El marco regulatorio en torno al carbon farming está madurando, con la propuesta de regulación de eliminación de carbono de la UE y el Growing Climate Solutions Act de EE. UU. recientemente promulgada como ley. ¿Qué significa esto para el futuro del secuestro de carbono en los suelos?
El carbon farming (agricultura de carbono) se considera ampliamente como una estrategia clave para ayudar al mundo a cumplir sus objetivos de descarbonización y limitar el calentamiento global. Es por eso que los gobiernos de todo el mundo están desarrollando pautas y regulaciones para estandarizar esta práctica.
¿Qué es el carbon farming?
El cultivo de carbono o carbon farming es una nueva expresión que se refiere a una variedad de prácticas agrícolas regenerativas que resultan en el secuestro de carbono en el suelo, las raíces y las hojas de los productos alimenticios. Estas prácticas requieren cambios sistémicos de la forma convencional (extractiva) en la que producimos alimentos, que conduce a la degradación del suelo y la desertificación y limita la capacidad de absorción de CO2 de la tierra.
Con la absorción de CO2 que proviene de la agricultura regenerativa, es posible generar créditos de carbono para vender a terceros que deseen compensar su huella de carbono: esto crea una fuente de ingresos alternativa para los agricultores.
Foco en la salud del suelo
Las prácticas de cultivo de carbono se centran en promover la salud del suelo y mejorar los servicios ecosistémicos. Incluyen plantar semillas sin labrar el suelo, gestionar el pastoreo del ganado para aumentar la fertilidad del suelo y cubrir el suelo con cultivos regenerativos entre las temporadas de siembra, entre muchos otros.
Según el Carbon Cycle Institute, “al menos 35 de estas prácticas están identificadas por el Servicio de Conservación de Recursos Naturales (NRCS) como prácticas de conservación que mejoran la salud del suelo y secuestran carbono mientras producen importantes beneficios colaterales, que incluyen: mayor capacidad de retención de agua del suelo, función hidrológica, biodiversidad y resiliencia”.
Medición de los beneficios del carbon farming
Los beneficios de las prácticas agrícolas regenerativas se observan ampliamente, pero rara vez se miden. Debido a que cambiar a este modelo agrícola requiere tiempo, energía y recursos financieros, los agricultores tienden a ser reacios a intentarlo sin el apoyo del gobierno o sin pruebas de que puede conducir a mejores resultados.
Es por eso que ClimateTrade se ha asociado con Azolla Projects para desarrollar el primer proyecto de agricultura de carbono en España. A partir de esta primavera, el proyecto unirá a agricultores, administración pública, centros tecnológicos, empresas privadas y el sector financiero en un grupo de trabajo para desarrollar una metodología de medición de impacto en 3.000 hectáreas de suelo en Cataluña y Aragón, donde se implementarán prácticas de agricultura regenerativa para mejorar la captura de CO2 en el suelo.
Al mismo tiempo que crecen las técnicas de medición y monitoreo, los gobiernos están desarrollando un marco regulatorio que asegure el impacto positivo de estas prácticas en la lucha contra el cambio climático.
Regulación del carbon farming en EE. UU.
En diciembre de 2022, el presidente Biden promulgó el Growing Climate Solutions Act. El objetivo de esta legislación es derribar las barreras para los agricultores, ganaderos y silvicultores interesados en participar en los mercados de carbono y adoptar prácticas climáticamente inteligentes. Más específicamente, la ley ayudará a los productores de alimentos a generar y vender créditos de carbono al establecer un proceso de certificación de terceros a través del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA). También implica la creación de un recurso en línea para los agricultores que buscan conectarse con expertos en carbono y de un Consejo Asesor para proporcionar información al USDA y garantizar que el programa siga siendo efectivo y funcione para los agricultores.
El proyecto de ley bipartidista obtuvo el apoyo de todo el espectro político y fue aprobado en el Senado en junio de 2021.
Regulación del carbon farming en la UE
La Unión Europea también está tratando de estandarizar las prácticas agrícolas de carbono para apoyar la generación de créditos de carbono dentro del sector agrícola. En noviembre de 2022, la Comisión Europea adoptó una propuesta para la certificación de las eliminaciones de CO2, incluso a partir de las prácticas agrícolas regenerativas.
La propuesta establece normas para la verificación independiente de la eliminación de carbono y normas para reconocer los sistemas de certificación que pueden utilizarse para demostrar el cumplimiento del marco de la UE. Adicionalmente, estableció cuatro criterios clave: cuantificación de actividades y beneficios; adicionalidad; almacenamiento de carbono a largo plazo; y sostenibilidad.
Sin embargo, la propuesta no respondió a ciertas preguntas, en particular sobre cómo se deben remunerar las medidas de carbon farming: ya sea a través de un instrumento de financiación de la UE como la Política Agrícola Común o mediante la venta de créditos de carbono en el mercado voluntario. Aclaró que los créditos de cultivo de carbono no podrían venderse dentro del esquema de carbono obligatorio de la UE.
La Comisión ahora está lista para desarrollar metodologías de certificación personalizadas para los diferentes tipos de actividades de eliminación de carbono, con el apoyo de un grupo de expertos que comenzará su trabajo en el primer trimestre de 2023.
