Varias regiones en España han creado registros de huella de carbono de las empresas para fomentar la compensación de emisiones y la contribución a proyectos de sostenibilidad en sus territorios.
Destaca Cataluña por ser la primera en el año 2015 en animar a las empresas a reportar sus emisiones de forma voluntaria. Le continúa Andalucía en el año 2020 poniendo en marcha un registro voluntario con varias novedades, entre ellas el estar conectado con el registro del Ministerio Estatal, y además el promover las compensaciones con contribuciones a proyectos marinos (los conocidos como Carbono Azul). Posteriormente las Islas Baleares incorporan en este año 2022 la obligación a todas las empresas con más de 50 trabajadores a registrar su huella de carbono y a verificarla periódicamente. Finalmente son las Islas Canarias las que replican el modelo de Andalucía con un registro voluntario de la huellas de carbono de las entidades que deseen acogerse.
Cataluña: Reporte voluntario de las empresas desde 2015
El Programa de Acuerdos voluntarios para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es una herramienta impulsada por la Oficina Catalana del Cambio Climático (OCCC) para aquellos que buscan un compromiso voluntario para reducir sus emisiones de GEI, más allá de lo que obliga la normativa.
Mediante un acuerdo, las organizaciones que se adhieren se comprometen a hacer un seguimiento de sus emisiones de GEI y establecer anualmente medidas para reducirlas.
Desde el año 2015, con periodicidad anual, las organizaciones adheridas comunican a la OCCC los datos de su inventario de emisiones de GEI y las medidas de reducción. Con estos datos la OCCC realiza anualmente un análisis que se recoge en unos informes y unas infografías donde, entre otros datos, aporta información del tipo de organizaciones adheridas, de cuántas medidas han puesto en marcha las organizaciones, de qué tipología y cómo han variado las emisiones globales del último inventario comunicado por las organizaciones adheridas con respecto al anterior.
Andalucía: Primer sistema conectado al del Ministerio
El Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE) es un régimen voluntario creado en 2020, de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético en Andalucía, que proporciona al sector empresarial la oportunidad y los medios de participar activamente en la lucha contra el cambio climático.
Los objetivos de reducción de emisiones se pueden alcanzar, parcialmente o en su totalidad, mediante la compensación de emisiones, que se materializa mediante la entrega de unidades de absorción (UDA) generadas por la ejecución de proyectos de compensación o de autocompensación de emisiones.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, como reflejo de su intensa colaboración, han establecido un procedimiento de simplificación administrativa para la tramitación con carácter dual de la inscripción de la huella de carbono de organizaciones en el SACE y en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2 del Ministerio. De esta forma, las organizaciones que voluntariamente deseen inscribir su huella en ambos registros pueden solicitarlo a través del SACE.
El SACE incluye:
- Informe de emisiones: autoevaluación de sus emisiones mediante la herramienta facilitada por el SACE
- Plan de Reducción: definir una serie de actuaciones para reducir las emisiones
- Ejecución del plan: llevar a cabo las actuaciones programadas
- Compensación: las emisiones que no se puedan reducir podrán ser compensadas mediante proyectos de compensación o de autocompensación de emisiones
Los proyectos de fijación de carbono pueden ser de forestación, de reforestación, de restauración o de conservación de masas forestales existentes, de ecosistemas litorales, de dehesas y de monte mediterráneo, los de conservación o restauración de humedales, praderas de fanerógamas marinas u otros espacios de naturaleza análoga, y los de conservación o aumento del contenido de materia orgánica del suelo, en el ámbito de la silvicultura o de la agricultura.
Se diferencian entre las figuras de Compensación y Autocompensación según se ubiquen en terrenos de dominio público (los primeros) o en particulares sobre los que tengan derechos reales que les autoricen para ello (los segundos).
Innovación con Carbono Azul en Andalucía desde 2021
Desde la Oficina Andaluza de Cambio Climático (OACC) se han hecho posible en Andalucía los proyectos de absorción de carbono azul. En el marco del proyecto Life Blue Natura, del que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha sido socio coordinador, se han cuantificado los depósitos de carbono retenido en praderas de Posidonia Oceánica y marismas de marea. Estos ecosistemas costeros llevan milenios capturando carbono de la atmósfera – el llamado carbono azul- y Andalucía cuenta con una gran extensión de marismas de marea y praderas de fanerógamas marinas.
La financiación de proyectos de restauración y conservación de este tipo de hábitats se convierte en una realidad a través de proyectos de absorción para la compensación por parte de las organizaciones de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Se han desarrollado herramientas fundamentales como el estándar andaluz de carbono para la certificación de créditos de carbono azul, la calculadora de absorciones y el catálogo andaluz de proyectos de carbono azul donde se ponen a disposición los dos primeros proyectos piloto en este ámbito, uno en el Parque Natural Bahía de Cádiz y otro en el Parque Natural de Cabo de Gata.
Islas Baleares obliga a las empresas a registrar su huella en 2022
Tras una fase legislativa durante el año 2021, está en fase de construcción del registro. El gobierno de las Islas Baleares obligará a las medianas y grandes empresas a registrar su huella de carbono, debiendo tener calculada y verificadas sus emisiones antes del 30 de septiembre de 2022.
El Decreto 48/2021, en vigor desde principios de 2022, crea el registro balear de huella de carbono y establece la obligación de inscripción a la Administración Autonómica y a todas las empresas que cuenten con 50 o más personas en plantilla en territorio balear, así como a aquellas que tengan un volumen de negocios anual superior a los 10 millones de euros.
En este registro debe indicarse el cálculo anual de la huella de carbono y los planes de reducción de emisiones para cumplir los objetivos de mitigación del cambio climático en Baleares. El sistema también permite apuntar los proyectos de absorción de dióxido de carbono, en el caso de que dispongan de ellos, pero este punto no es obligatorio.
El resto de empresas y ciudadanía pueden realizar el registro de manera voluntaria, lo que permitirá al gobierno disponer de una información precisa sobre las emisiones difusas que existen en las Islas e iniciar los mecanismos necesarios para su reducción.
La estructura de la información de la huella de carbono almacenada en el registro balear será compatible con la contenida en el Registro estatal.
El registro Canario de la huella de carbono
Este será un instrumento básico para avanzar hacia la descarbonización de la economía de Canarias. Cualquier persona física o jurídica podrá inscribirse voluntariamente en dicho registro, siendo obligatorio en algunos casos definidos por el proyecto de ley.
Las empresas deberán hacer constar los cálculos anuales de huella de carbono asociados a las actividades que realicen en Canarias, los datos relativos a los planes de reducción de emisiones que deban llevarse a cabo en el archipiélago, así como los proyectos de absorción de dióxido de carbono. previstos en el mecanismo voluntario de compensación de emisiones.
La digitalización de los registros, el siguiente paso
El Registro Voluntario Digital desarrollado entre Bolsa de Mercados y Valores (BME) y ClimateTrade y presentado en febrero 2022 será un elemento clave para el buen funcionamiento de los futuros mecanismos voluntarios de carbono, como son los que están desarrollando en las regiones en España que hemos analizado anteriormente.
Además de gestionar información y monitorear iniciativas de mitigación, el registro certifica la transferencia y cancelación de créditos de carbono, asegurando así la integridad, transparencia y trazabilidad de todas las entradas realizadas. En esta prueba de concepto se ha implementado con éxito un completo proceso de registro y verificación de emisiones basado en blockchain de forma digital, transparente y trazable.
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Artículo redactado por Francisco Martín y Miguel López, de ClimateTrade