Nuestro cofundador José Lindo comparte sus pensamientos después de atender la Semana del Clima de América Latina y el Caribe (LACCW 2022).
Artículo de opinión de José Lindo, cofundador y director de impacto de ClimateTrade
El evento que muchos denominamos la pre-COP finalizó en Santo Domingo la semana pasada, auspiciada por el Gobierno de la República Dominicana y organizada por la ONU Cambio Climático (UNFCCC) en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Grupo del Banco Mundial.
Estas Semanas del Clima regionales son una buena oportunidad para que los países y todos los grupos de interés, dispongan de un ambiente enfocado a solucionar las amenazas para su región, en sus idiomas y culturas. Y frente a la dificultad de llegar a acuerdos climáticos globales, es muy probable que los eventos regionales sean cada vez más claves para implementar políticas más localizadas, pero también más ambiciosas y efectivas para combatir el cambio climático.
Silencio en el precio global del carbono
Esperaba más ambición climática en las metas de los países y de la ONU en la implementación del paquete de medidas del Pacto de Glasgow, tras la mención sin precedentes del papel de los combustibles fósiles en la crisis climática. Pero el silencio continua en los planes de descarbonización a nivel táctico y no teórico, y en el precio global de los GHG, ético y justo. Los grandes planes y presupuestos de energía renovable suenan bien, pero también despistan el problema: no hay dinero ni prioridad en tratar la crisis climática como se trataron la crisis geopolítica por Ucrania o la pandemia.
Por eso, me parece muy adecuada la reacción del Secretariado de UNFCCC, que en la LACCW les dio las bienvenidas a ciudades, estados subnacionales, mercados de carbono, inversores de impacto y empresas tecnológicas, promoviendo el nuevo paradigma de la descentralización.
Ciudades e iniciativa privada
La chispa de una nueva esperanza se respira bajo las siglas molonas de ¡BINGO! Business and Industry Non-Governmental Organizations, cientos de miles de empresas, organizaciones e inversores climáticos privados. Al menos una velocidad de reacción más adecuada ante la dimensión de la crisis.
Parece que escalar el mercado de carbono voluntario es más fácil que firmar 200 países un precio global del carbono adecuado. Hemos complicado hasta niveles insospechables el Artículo 6, nos vemos enroscados en largos debates sobre qué mecanismo se debe usar para financiarlo: ¿Core Carbon Principles (CCP), Emissions Trading Schemes (ETS), International Transferred Mitigation Outcomes (ITMOs) o quizas Carbon Removals Obligations (CRO)? Esto causa la parálisis por inacción a nivel de política, mientras que varios actores del mercado – incluso ClimateTrade – están diseñando toda una arquitectura amparada por el Acuerdo de París y la necesidad de descentralización en la gobernanza, la financiación y la ejecución de los proyectos de mitigación y descarbonización.
Empoderar los mecanismos locales
Si la independencia legislativa a la mayor ambición climática está en las ciudades, hagamos un mecanismo subnacional y local, sin esperar a las reglas claras globales y un precio de carbono justo. La tecnología DLT de ClimateTrade está lista y funciona: ahora empecemos con nuevos partnerships en coalición.
Me voy de LACCW contento del equipo multidisciplinario iberoamericano, público-privado, con el que confiamos para ser más ambiciosos y acelerar, pero quedan meses y años muy duros ante la situación geopolítica existente. “Acción colectiva o suicidio colectivo”: no puedo estar más alineado con António Guterres, el Secretario General de la ONU. Y por eso les ruego que abran paso y nos empoderen, porque nosotros en ClimateTrade ya hemos elegido la acción.